Estoy a punto de arrojar la toalla por cuanto mi admirado cura de aquí al lado, mosén Joaquín Sánchez, ni siquiera en Fiestas tan señaladas para los cristianos haya sido capaz de pronunciar ni un solo pensamiento, ni una alusión, ni una palabra acerca de Jesús, del Niño, San José, la Mula, el Buey, el establo, lo pastores y los Reyes Magos (los borregos, también, y el Tío Cachirulo). Y ello a despecho de que sus ´homilías´ tan ardientes acaso tuvieran en la caridad de la religión que ejerce y predica (¡) mucho fundamento. Solo faltaría que don Joaquín, sacara sus peteneras para dar crédito a la provocación malvada que doña Alcaldesa de Madrid ha ideado para dar rienda suelta a la estupidez de subir al camello a una Reina Maga. Y que de ahí, no pase.