Pablito Iglesias (le llamo Pablito para no confundirlo con quien él quisiera confundirse, Pablo Iglesias, fundador del PSOE) le han hecho un vídeo. Él y su reata han ascendido hacia el poder, entre otras armas, a base de vídeos y de su manejo sin escrúpulos de los medios audiovisuales. Han sido la Sexta, la Cuatro y sus tertulias en las televisiones pagadas por Irán o subvencionadas desde Venezuela las que han alzado a los asesores de Chávez y Maduro hasta la posibilidad, real hoy, de hacerse con las riendas de la izquierda española. De hecho, además del vídeo que le han hecho a Pablito, hay otro que ha hecho Pablito para asegurar que, si hoy viviera Pablo Iglesias Posse, tipógrafo, votaría a Pablo Iglesias Turrión, demagógrafo, neologismo que les ofrezco para futuras presentaciones (claro que no sé si sus ignorantes eminencias sabrán lo que es un neologismo).

Y lleva razón: un hombre del siglo XIX votaría hoy a una ideología del siglo XIX, que eso y no otra cosa es Podemos: marxismo, adobado en leninismo y algo de salsa caribeña. Una antigualla para una España de injusticia y alpargata, de lucha de clases feroz, de hospicios y tuberculosis, que es como están presentando a la España de hoy, con niños abandonados por las calles y hambrunas. Aunque, sin duda, algo de eso conseguirían si pudieran hacerse con el Estado y dirigirlo velozmente de regreso al siglo XIX o a su conversión en república bolivariana. Hasta Felipe González lo ha advertido esta misma semana. Claro que podría habérselo advertido a su propio partido, que ha trabajado con denuedo para ponerse la soga y justificar la visión de España de Pablito.

Pero es del otro vídeo del que quiero hablarles. Una reveladora colección de frases (no pensamientos, eso es demasiado para el hombre que cree que Newton es el autor de la Teoría de la Relatividad) de Pablito, donde propugna prohibir los medios de comunicación privados o justifica el puñetazo que le arreó a un lumpen de una condición socioeconómica bien distinta la suya (así lo dice), que intentó quitarles una impresora, a ellos, señoritos universitarios: ¡qué habría pasado si un joven de derechas le hubiera atizado como a Rajoy! Pero entre todas las didácticas joyas destaca la que afirma que la Venezuela de Chávez es «una de las democracias más saludables del mundo». Y que mejor financia a los amigos, debería haber añadido. Fue la casualidad.

El vídeo lo colgó le miércoles Santiago González en su blog de El Mundo. El mismo día que se supo que el amigo Maduro ha decidido, de hecho, suprimir la Asamblea cuya mayoría ha perdido, y nombrar una nueva Asamblea Comunal, que es como si Pedro Antonio Sánchez hubiera cerrado la Asamblea Regional y designado nuevo parlamento a la Asociación de Vecinos del PP.

No cabe duda de que la democracia que Pablito (que ya habla tan dulce como Gracita Morales en Sor Citröen, pero más despacio, tan bueno) nos trae será muy saludable: no podrá enfermar porque no habrá.