¡Qué himno el de La Marsellesa! A mí me entran ganas de ser francés cada vez que veo esa escena de la película Casablanca en la que todos los clientes del Café de Rick lo cantan con ímpetu y a viva voz para acallar los cánticos de los nazis. ¡Ay, si los españoles tuviésemos un himno así todo sería más fácil!