Nos sentíamos medianamente satisfechos de nuestra Constitución hasta que en un mes de agosto el presidente Zapatero y Rajoy decidieron modificarla de un día para otro, introduciendo en el artículo 135 un punto que decía que el pago de la deuda era ´una prioridad absoluta´ e introduciendo el término de ´estabilidad presupuestaria´. Hasta ese momento la Constitución era algo intocable e inmodificable, pero ante la presión del Gobierno alemán para garantizar el pago de la deuda de los bancos españoles con los bancos alemanes, se modificó sin ningún tipo de miramiento. El Congreso de los Diputados aceptó que los españoles tenían que renunciar a gran parte del Estado del Bienestar para satisfacer la avaricia y la ambición alemana. Habría que volver al original del artículo 135 y recuperar nuestra soberanía y blindar los derechos sociales.