Me dijo aquél que uno sería definitivamente viejo cuando en el plano físico se dé la circunstancia de que por primera vez ves que te vas a caer y te caes sin poder evitarlo. Tal caída anuncia la pérdida de vigor físico y es la vejez. Esto en lo físico, en lo mental se anuncia de otra manera y es cuando, por ejemplo, sucede que se constata, a posteriori y con sorpresa, que se ha dicho o hecho algo contrario a lo que se quería decir o hacer mediante expresiones cuyo significado nada tienen que ver con la conciencia de quien padece esa situación. La sensación de ridículo, en lo físico y en lo mental, sugiere al ´paciente´ la aparición de la vejez. Ésa que soporta la edad avanzada de un montón de años.