La expresión «la ignorancia no exime del cumplimiento de la ley» es un principio de Derecho que indica que el acatamiento de la ley no admite excusa porque se supone que habiendo sido promulgada, han de conocerla todos. Y, sobre todo, los que se dedican al Gobierno, no importa de qué institución. Así es que el personal no sale de su estupor al leer las declaraciones de la recién sustituida alcaldesa de Torre Pacheco, Fina Marín, quien en un generoso esfuerzo por justificar lo injustificable „su acción de presunta prevaricación al nombrar con su ´dedo mágico´ al interventor del Ayuntamiento„ ha llegado a decir: «Hice una designación para cubrir la plaza de interventor como me indicaron los servicios técnicos del Ayuntamiento. No admito que cometiera un error, pero de haberlo cometido, nunca lo hice a sabiendas».

Pues bien, la creo, pero eso no la exime de su responsabilidad. Y no estoy muy segura de que asuma dicha responsabilidad cuando, acorde con el argumentario de su partido. el PP „este es un mantra que repiten los cabezas de su formación política, desde sus portavoces a su presidente„, continúa diciendo que «sólo ha sido un error administrativo, muy alejado de la corrupción». Y no, esto no cuela, las palabras pueden edulcorar los hechos, pero éstos son los que son, como vino a decir hace unos días el fiscal superior de la Región de Murcia, Manuel López Bernal, quien apuntaba que «en España nadie se sienta en el banquillo por un error administrativo», advirtiendo que la prevaricación «es un delito de corrupción política, ya que se integra en los delitos contra la Administración pública, al igual que la malversación de caudales, el cohecho y el tráfico de influencias». Es decir, si la malversación o el cohecho son delitos de corrupción, lo mismo ocurre con la prevaricación, pues «tienen la misma naturaleza».

Pero el colmo del dislate en su parlamento de despedida „no sólo de ella; de los prohombres de su partido, porque se lo he oído también al máximo responsable del mismo„ es que nos diga que los partidos que han propiciado la moción de censura que la ha desalojado de la alcaldía «están haciendo un fraude de Ley». Y que un gobernante diga estas barbaridades sí que es un fraudeal electorado porque juega a confundir a la ciudadanía, claro que ésta es mucho más espabilada de lo que se piensan y no traga con estas cosas. Pero sí, es preocupante que se viertan estos disparates. ¿De donde se ha sacado que lo demócrata es que gobierne el partido más votado?

No resisto la tentación de recomendarle a la señora exalcaldesa de Torre Pacheco y a otros miembros de su partido lo que ya hice en alguna otra ocasión con otros, y es que han de ver la serie completa de Borgen „ficción danesa televisiva que narra las interioridades de la política de ese país„ para que aprendan lo importante que es el respeto a las mayorías sociales, políticas, ideológicas, las mayorías en definitiva; y a las minorías también. Verán, el sistema danés es unicameral, con elección proporcional y multipartidista, ya que hay diez partidos con representación parlamentaria. Para las elecciones, los partidos del mismo signo político se unen en bloques „azul los conservadores y rojo los progresistas„ que luego les permite crear mayorías y formar Gobierno. Sí, son un montón, y se ponen de acuerdo.

Antonio León Garre, del Partido Independientes de Torre Pacheco, PITP, es el legal nuevo alcalde del municipio tras consumarse la moción de censura contra Fina Marín Otón, del PP, y ha sido apoyado por los partidos Independientes, PSOE y Ganar Torrepacheco. Un total de doce concejales por los ocho que tiene el PP. Ni entiendo ni veo lo del fraude electoral. El fraude es decir tantas barbaridades.

Por cierto, la abstención de Ciudadanos en la votación me ha dejado obnubilada.