Como el próximo Viernes de Dolores (18 marzo) ya está a la vuelta de la esquina, con permiso de la Navidad, hace días que se reunía el jurado encargado de seleccionar el cartel anunciador de la Semana Santa 2016 para llevar a cabo la elección; en esta ocasión, en la que actuó como secretaria la directora de Cultura, estuvo formado por dos concejales del Ayuntamiento, por Domingo Bastida, hermano mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Francisco Pagán, presidente de la agrupación de Santa María Magdalena -la protagonista del cartel este año-, y por tres profesionales del mundo del arte en general.

Una vez examinados los trabajos originales la elección recayó, por mayoría, en una composición fotográfica de Moisés Ruiz, pero resulta que los dos representantes de la cofradía morada votaron en contra. Días después, Pagán presentaba un recurso de revisión y nulidad contra el fallo, entre otras cosas, por considerar que se incumplían las bases del concurso y porque el cartel elegido, en su opinión, no representa a la Agrupación de Santa María Magdalena. Así mismo, Bastida, señaló que se trata de una imagen que no representa a la Semana Santa.

El caso es que, algunos cartageneros piensan que la composición de Ruiz es de tinte novedoso, que desprende frescura y que, como idea, no deja de ser bastante original; otros, en cambio, apuntan que ese primer plano del corazón rojo -un ungüentario con historia propia-, resaltado sobre el manto ocre de la Magdalena y el abundante amarillo de su adorno floral de fondo, resta protagonismo a la Santa y se contrapone a la imagen tradicional con la que prefieren el anuncio de su Semana Santa; es más, algunos se han manifestado a través de las redes sociales con comentarios más o menos bordesicos aludiendo al 14 de febrero.

Del artista cartagenero ganador del concurso poco se puede decir, dada su excelente trayectoria profesional y sólo cabe esperar que sepa encajar las cariñosas críticas suscitadas, dado que sus trabajos siempre han sido muy bien valorados; no en balde, la mayoría de carteles anunciadores de la Semana Santa de los últimos treinta años son creaciones suyas: lejos queda la primavera del 86 y aquel magnífico collage de la cara del Jesús con el que sorprendió a toda Cartagena.

Llegados a este punto y ante una nueva impugnación al fallo, presentada por cuatro de los fotógrafos participantes, habrá que esperar la resolución por parte del órgano competente. Mientras tanto, puede que sea el momento de pararse a pensar que no sería nada desdeñable que la Agrupación y la Cofradía protagonistas del cartel -de cada año-, ganaran peso en el jurado y pasaran a ser cuatro sus representantes, en vez de dos. De esta manera, en futuras ediciones, se minimizaría la posibilidad de que saliera elegido un cartel que disguste de forma clara y manifiesta a los cofrades. Al fin y al cabo, aunque las polémicas son sanas en su justa medida, estas cosas son para disfrutarlas y con ellas no es necesario 'cabrear' a nadie.