Querido alcalde, con el debido respeto:

El martes pasado escuchando en la radio un informativo local, oí quejarse a su vicealcaldesa, Ana Belén Castejón, por la desaparición de ciertas facturas de la concejalía de Servicios Sociales. Venía a decir que era imposible poner orden en la administración de los fondos públicos cuando no se podía prever el pago de trabajos hechos y encargados por la anterior Corporación, pero de los que no se tiene constancia escrita. Esta afirmación y otros casos que hemos ido conociendo últimamente, ha hecho que me reafirme en la idea que ya expresé aquí hace un par de meses: «No comprendo cómo no se ordenó, al día siguiente de poder hacerlo, una auditoria pormenorizada y detallada, de todas las cuentas municipales así como de todos los organismos y patronatos del Ayuntamiento».

Parece de perogrullo pero hay quien no lo entiende así. Bajo mi punto de vista, es un error que todavía no se haya encargado una investigación exhaustiva de cuanto se ha gastado en esa casa, a cargo del contribuyente. Esto no quiere decir que ahora no crea las acusaciones de la vicealcaldesa, pero la verdad es que, con el paso de los meses, se ha perdido una excelente ocasión para que una empresa auditora externa, de solvencia y prestigio contrastado, pudiese comprobar lo que, en mi opinión, ha sido una nefasta gestión financiera de quienes nos han gobernando.

Y ya que hablo de su vicealcaldesa me gustaría felicitarla por el paseo turístico que le dio el otro día por Cartagena, al líder nacional de su partido y candidato a la presidencia del gobierno, Pedro Sánchez, quien, a juzgar por las fotos, parecía que protagonizaba casi un paseo triunfal. Y él claro, encantando con la acogida que recibió. Según el reportaje que publicó este periódico al día siguiente, usted, alcalde, tampoco perdió la ocasión de volver a hacer la vieja reivindicación de la provincia, cuando se lo encontró en el Palacio Consistorial. No es por chafarle la guitarra, pero ya le digo que no se fíe mucho de esas lisonjas mañaneras porque, como usted sabe muy bien, es el tercer alcalde democrático de esta ciudad que pide lo mismo y ya ha visto como nos ha ido hasta ahora. Y eso que los dos anteriores, -el socialista Enrique Escudero y el cantonal Antonio Vallejo-, se lo pidieron al propio Rey delante de miles de cartageneros. Claro que, de ser sinceros, reconozcamos que quizás no sea el momento más oportuno de pedir nuevas divisiones territoriales; con el follón que tienen montado los catalanes. En cualquier caso, diga usted que sí, el encargo queda hecho por si sirve para algo.

Antes de terminar alcalde, también me gustaría felicitarle por el reto que planteó a los arquitectos. Comparto con usted la preocupación por ese centenar largo de solares sin construir que tenemos en el municipio y que, en muchos casos, han estado abandonados durante años. Por eso me ha parecido una buena idea la que tuvo al entregar a todos los participantes un dossier con la relación de esos solares al tiempo que les pedía ayuda para recuperarlos. Aunque le digo como antes. No espere demasiado de generosas iniciativas o de nobles impulsos personales y vigile y persiga a propietarios y responsables para que mantengan sus parcelas «esas heridas abiertas en la trama urbana» -por utilizar sus mismas palabras- en unas mínimas condiciones salubres e higiénicas.