Tenemos la suerte de que Murcia es una región poco visitada por los turistas, porque hay cosas que no queremos enseñar. Ni que decir que los murcianos hacemos un esfuerzo para que los viajeros que nos visitan no vean las ´esculturas´ instaladas en nuestras rotondas: cuando van a descubrirlas, zas, siempre les despistamos haciendo que miren hacia otro lado. Pero ha llegado un momento en que no podemos seguir ocultándolas por más tiempo: acaban de publicar una enciclopedia de lo insólito y lo disparatado, titulada Strambotic, que le dedica un capítulo completo a nuestras ´redondas´. Los autores califican a las ´horrotondas´ de Murcia como las más feas y ridículas de todo el planeta; y aseguran que quien las ve por vez primera puede sentir dos sensaciones encontradas: estupor (por lo que han pagado los políticos por ellas) y risa (por el adefesio que ha perpetrado el supuesto artista). Una de dos: o las volamos con dinamita, u optamos por hacer lo que hicieron los de Lepe con los chistes, montar un festival€