Tintín es uno de mis héroes favoritos. Confieso que descubrí al personaje creado por Hergé tarde, ya con canas en las sienes. Pero eso no fue obstáculo para que disfrutara de sus aventuras con la intensidad y la emoción de un chiquillo, ni para que me hiciese con todos sus álbumes. En más de una ocasión, al comprarlos, el librero de turno me preguntaba si los envolvía en papel de regalo infantil, pensando que iba a hacer un regalo a un niño. Me daba igual que pensara que soy un inmaduro; y es que pocos novelistas han logrado alcanzar el ritmo narrativo que Hergé consiguió dar a cada una de sus historias.