Me decía hace unos días un amigo que conocía a algunos curas y que casi todos llevaban el alzacuello, el clériman, que antes veía menos y me preguntaba a qué se daba este fenómeno, sobre todo teniendo en cuenta que el papa Francisco representa a una Iglesia sencilla y de estar con la gente como uno más. Le comenté que en este asunto los pocos coherentes eran la gente conservadora que siempre lo había llevado, incluso en que estaba mal visto. Le puse el ejemplo del Opus Dei y que se llevaba porque representa la separación, la seguridad, la diferencia; en definitiva, es un signo de poder, sentirse superior a los demás. El único signo que es importante es nuestra vida, lo que hacemos con amor, justicia, libertad e igualdad.