Bazaneros. Mucha gente en la Región no sabrá qué significa esta palabra que supone todo un orgullo para muchos afortunados. Quizás sea difícil describirla con una definición, probaremos con un sentimiento. Ser bazanero en Cartagena es haber pertenecido a una de las generaciones contemporáneas más castizas de la ciudad portuaria. Los bazaneros trabajaban en los antiguos astilleros de Bazán, hoy conocidos como Navantia. De hecho, más de la mitad de la plantilla de la actual factoría naval sigue siendo bazanera. Por las manos de estos hábiles operarios pasaba la construcción de los grandes buques de la Armada española. Meter la cabeza en Bazán en pleno siglo XX era tener el futuro resuelto a nivel laboral para varias generaciones de tu misma sangre. El puesto en la empresa se heredaba prácticamente de padres a hijos. Eran otros tiempos. Hoy la ya desaparecida Escuela de Aprendices de Bazán cumple 90 años. De allí salían torneros, electricistas, fresadores, ajustadores, modelistas, fundidores, chapistas, herreros y soldadores. Pero aquello era más que saber un oficio, era pertenecer a una gran familia.