A este paso va ser que el Partido Popular tendrá que pedir perdón por su grave pecado de haber ganado las elecciones por mayoría absoluta a lo largo de los últimos veinte años, si la oposición „variada oposición tripartita„ insiste en mirar hacia atrás y practicar con insistencia prácticas propias del Purgatorio político más implacable. Y esta otra: ¿habríamos de avergonzarnos por una bien intencionada, pero descuidada, declaración del arzobispo de Valencia respecto a determinada posibilidad, mientras quitamos gravedad a la irrupción de una concejala y sus tetas en determinado templo católico? A lo mejor fabular sobre cómo meter en el cenicero de un coche a un montón de judíos deba merecer eso de un quítame esas pajas, mientras el malo, siempre, será el señor obispo.