«Bares, qué lugares»€ para hacer un debate político televisado. No está mal la idea: dos candidatos charlando distendidamente ante un café con leche, como cualquier vecino, sobre cómo cambiarían España. Sin embargo, la fórmula de Jordi Évole, que sentó el domingo en un bar a Pablo Iglesias y Albert Rivera, también tiene sus inconvenientes, porque, para hablar de cosas que afectan a tanta gente, no viene mal ponerse un poquito serios. Y hubo demasiadas generalidades y errores importantes. Tan de colegas estaban que Iglesias bromeó con Rivera sobre ´presentarse juntos´ a las elecciones. Seguramente aún no sabía que Ciudadanos quiere aumentar los copagos sanitarios.