Me empecé a fijar en Irene Lozano cuando se hizo portavoz de la ex militar Zaida Cantera. Pensé muchas veces que parecía del PSOE por su defensa férrea de los derechos de las mujeres, algo en lo que UPyD no se destacaba especialmente, y, si no, pregúntenselo al también ex Toni Cantó. Ahora, los del partido de Rosa Díez, que en su día luchó nada menos que por la secretaría general del PSOE, acusan a Lozano de tránsfuga, indecente, miserable o buscavidas. Cuando se pasa del amor al odio tan rápidamente es porque quizás la relación no era tan sana. Igual se equivocó al afiliarse a UPyD en su día.