Como floreros en los podios de las vueltas ciclistas, como mamá-chichos y como sexy-girls con escotes generosos y tacones altísimos en un montón de programas de televisión actuales, incluido alguno de Nochevieja. Como reclamos para coches de lujo, como materialistas que mueren por un diamante o una tarjeta de crédito, como buscavidas, como secretarias para todo, como criadas a las que el patrón podía dejar preñadas. Estamos hartas. Basta ya de esa visión que la sociedad masculinizada tenía y aún tiene de las mujeres. Por favor, estad atentas, no la transmitáis vosotras mismas a vuestros hijos. Y no mandéis más chistes machistas por WhatsApp.