A veces, la distancias tanto espaciales como temporales nos permiten valorar acontecimientos y personas. Somos capaces de darnos cuenta de cuánto queremos a una persona, de nuestros errores y el daño que hemos hecho, de lo engañados que hemos estado, de valorar a esa gente cercana, que siempre ha estado ahí, de darnos cuenta de las relaciones basadas en los intereses, de reafirmar valores y principios, de lamentar tantas pérdidas€ Y, así, un incontable recuerdo de nuestra vida. Ves lo bueno y lo malo, los logros y los fracasos, las esperanzas y las decepciones, los miedos y tus libertades. Creo que lo importante de todo esto es que al final siempre quede el cariño, el respeto y la disculpa.