Me encanta que el Recorrido Literario que realizo con estudiantes por el casco antiguo de mi pueblo narrándoles viejas historias y leyendas dé resultado. La abuela de una de las chicas que asistió a uno de ellos acudió a mi tienda a felicitarme por la iniciativa. Emocionada, me comentó que, por vez primera en muchos años, ese día durante la comida, en su casa apagaron la tele y hablaron de viejas historias€ Esa tarde y a sus 15 años, la muchacha descubrió sorprendida que su tatarabuelo fue asesinado de un disparo tras una discusión por una partida de julepe en el Casino. Las familias están llenas de historias, sólo hace falta rascar un poco y escuchar€.