El último programa de Wyoming arrancó más tarde de lo habitual. A esa hora, el presidente del Gobierno estaba con su entrevistadora de cabecera en la casa hermana y había que esperar a que diera los mensajes. A la primera que pudo aprovechó para soltar que, tras China, somos el país con más kilómetros de ave y que estamos creciendo como la espuma, por lo que el exconductor de Caiga quien caiga estaría comiéndose las uñas al no poder dejar claro que el único que no necesita crecer aquí es él porque está que se sale y a Buenafuente ni se le ve. El Intermedio arrancó a continuación de que Gloria Lomana colocara en bandeja lo que pensaba que era un buen tanto para su invitado: «Por cierto „introdujo ella„, el dato del paro que conoceremos mañana ha dicho Báñez que será bueno...». «Yo, francamente, no lo conozco». «¿No le ha llamado la ministra sabiendo que tenía esta entrevista?». «No, porque yo nunca... no vaya a ser que tuviera la tentación de contarlo. Eso tiene unas normas „la presunta confidencialidad de esos datos„ y las normas conviene respetarlas». Y tanto. Como que los buenos registros del paro no era más que un cuento chino, la ministra se había cuidado de no hablar de él sino del crecimiento del pib y de los afiliados a la Seguridad Social y, al contario que su anfitriona, el que respeta de las normas estaba perfectamente al loro. Si quieren ver que no miento pueden recrearse en la web de la cadena, donde su visionado gana en matices al directo ya que cada dos por tres intercalan publi que aporta más que muchas respuestas. En una de ellas „que hay que ver porque en caso contrario te devuelve al principio de la entrevista y eso sí que no„ Clara Lago agita la cabeza puesto que, según proclama, «a todos nos gusta un volumen caótico».

En este caso, lo cierto es que el anuncio parece estar escogido a propósito.