En estos últimos días se han oído distintas voces opinando sobre la conveniencia o no de la implantación de algunos nuevos títulos en la Universidad Católica San Antonio (UCAM). Voces afectadas por esta decisión. Uno de los rasgos más significativos de una sociedad democrática es que todos los agentes económicos y sociales que intervienen en ella velen y defiendan, dentro de la legalidad vigente, los intereses que les resulten relevantes y que finalmente el Gobierno regional, una vez escuchadas todas las voces, y dotado, con nuestros votos, de la facultad necesaria, decida lo más conveniente para la sociedad en su conjunto.

Los trabajadores de la UCAM creemos firmemente en la conveniencia de impartir esas nuevas titulaciones porque complementan de forma estratégica y razonada la oferta de estudios de nuestra institución, porque estamos convencidos de la bonanza del servicio que prestamos a la sociedad, con la única preocupación de hacer bien nuestro trabajo, porque lo solicitan los padres de nuestros futuros alumnos, y sobre todo, porque consideramos que las externalidades positivas que se derivan de su implantación contribuirán al desarrollo económico y social de la Región de Murcia.

Muchas de esas voces excluyen deliberadamente a la UCAM cuando hablan del Sistema Universitario Regional, y de su importancia para el futuro de la Región, en una negación de lo privado sin sentido, y haciendo oídos sordos, en mi opinión, a una realidad que se plasma día a día en nuestro trabajo diario. Las tres universidades de la Región de Murcia, complementarias y nunca sustitutivas, llevamos ya muchos años formando profesionales que en muchos casos compiten con éxito en todo el mundo, y somos muchos los docentes e investigadores formados en ellas, o en otras del país o del extranjero, públicas y privadas, que trabajamos o colaboramos con compañeros de otras universidades con el fin de aportar conocimiento a la sociedad. La competencia y la cooperación horizontal entre las tres universidades de la región es saludable, conveniente, genera confianza en la sociedad, y permite que profesionales excelentes puedan aportar sus conocimientos a través de las tres instituciones, las dos públicas o la privada, si por diversas circunstancias, los futuros profesionales eligen nuestra institución como un medio adecuado para su formación.

La UCAM ha ofrecido, desde sus inicios, una oferta diferenciada, enfocada al alumno y que aporta, sin duda, valor añadido a su capacitación técnica a través de una formación integral que considera los valores del humanismo cristiano como fundamentales para el desarrollo de cualquier profesión, una relación directa con el mundo empresarial dirigida a facilitar la empleabilidad de sus estudiantes, una atención individualizada al alumno a través de tutorías personales durante todos sus años de estudios, y la posibilidad de cursar muchas titulaciones en las modalidades presencial y a distancia.

Estos servicios ofrecidos por la UCAM enriquecen la oferta universitaria regional, permitiéndole atraer, en competencia con universidades públicas o privadas, españolas o extranjeras, alumnos no residentes que contribuyen al desarrollo económico y social de la región. En nuestra universidad estamos convencidos de que podemos competir con cualquier universidad porque trabajamos duro, y con rigor, y confiamos en nuestras capacidades y recursos.

Todos los trabajadores de la UCAM estamos convencidos de que con nuestro trabajo diario, comprometido con la educación y la investigación de calidad, estamos contribuyendo a la creación de Sistema Universitario Regional más fuerte y cohesionado, pero a la vez diverso. Sistema que ayuda a generar riqueza social y económica en la sociedad que nos rodea, y a cubrir las diferentes expectativas de los estudiantes de España y del resto del mundo; objetivos que sin duda compartimos con las dos universidades públicas de la región.