Siendo Bill Clinton presidente de los EE UU ordenó destruir la única fábrica de medicamentos en África. Fue bombardeada y destruida con la excusa de que podían fabricar armas químicas; posteriormente, se reconoció que eso había sido una mala decisión, pero no pasó nada y pasó desapercibido este hecho. La destrucción de esta fábrica supuso no producir medicamentos básicos para la vida, con lo cual muchos africanos murieron por falta de esas medicinas. En cambio, Clinton tuvo una relación con una becaria, Lewinsky, todo indica que sin coacción, libre por parte de ambos, y esto estuvo a punto de costarle la presidencia. Tuvo que pedir perdón en varias ocasiones. Nunca pidió perdón por destruir esa fábrica de vida.