Hay algunas pocas verdades universales en esta vida. Dos más dos son cuatro, Andrés Velencoso es un portento de la naturaleza y en Murcia no te haces el cambio de armario para el inicio del otoño hasta casi pasado el Día de Todos los Santos. Y entre esa lista de verdades universales siempre ha estado eso de que la palabra fiabilidad va unida a la palabra alemana. Aunque quizá ahora haya que empezar a hacer tachones en esa lista, desde que hemos descubierto que la todopoderosa compañía de coches Volkswagen instaló en más de once millones de vehículos diesel de todo el mundo un sistema operativo diseñado para esquivar los controles de emisiones contaminantes a la atmósfera. Audi, Skoda y Seat, sus filiales, también han vendido estos vehículos ´trucados´. El escándalo ya tiene dimensiones económicas sin precedentes para la compañía y las bolsas se están llevando también por delante a otros fabricantes. La fiabilidad alemana se ha puesto en cuestión y ahora ninguna pieza parece estar en su sitio.