Ahora resulta que vamos a formar a nuestros jóvenes, esta vez reconociéndolo desde el principio, para que trabajen en Alemania. Nos gastamos el dinero aquí, pero los beneficios se los llevan allí. Qué buena inversión, ¿no? No entiendo la satisfacción de la consejera Sánchez Mora al presentar el programa FP Dual, que con toda seguridad se ampliará más adelante, y que significa rendirse a la idea de que aquí no somos capaces de crear puestos de trabajo en determinados sectores como el industrial. Eso sí, nuestros jóvenes más preparados y capaces podrán disfrutar de un flamante minijob en el país de Merkel.