Mcha gente quiere colaborar en la acogida de refugiados que vienen huyendo de las guerras y del hambre. Muchas personas están dispuestas a compartir, incluso, cosas que les hace falta. Hay mucha gente buena y muy buena. Ante estos gestos de generosidad, de comprensión y de solidaridad de la ciudadanía nos encontramos con la actitud vergonzosa de la Unión Europea, actitud basada en no responder adecuadamente y tratar esta situación desde la indignidad. El Gobierno español está retrasando la acogida y quiere una ésta sea testimonial, dejando la respuesta al ministro Montoro, para que ponga todas las trabas y dificultades posibles. ¡Qué buenos ciudadanos tendríamos si hubiera buenos políticos gobernando! Está claro que si los refugiados fuer