El verano es la estación propicia en que todos los pueblos explotan en fiestas, y donde se mezclan religión y barbarie, santos y torturadores, tradición y mala entraña€ Raro es el sanpatrono que no incluye algún tipo de tortura animal. Somos el país capaz de asociar las costumbres más crueles y sanguinarias con el arrobamiento más irracional por la sagrada imagen de turno. Al final son los dos extremos de un mismo fanatismo. Matamos en defensa de nuestra tradición, matamos en la práctica de esa tradición y matamos por nuestro santo o santa€ Ellos son solo animales „ nos justificamos„ pero nosotros nos convertimos en bestias.