Mi admiración hacia el conjunto de heterodoxos que pueblan el territorio, y más por aquellos transgresores que modifican la deriva de los asuntos que nada tienen de innovadores. A todos ellos les concedo desinteresada colaboración, pues „dado que la realidad es incierta„ es preciso fortificar las trincheras donde articular heterodoxias que combatan con éxito prejuicios y recurrencias atávicas, tal es el caso de la nueva izquierda radical, empeñada en gestionar las cosas como si convertir los panes en peces fuera cosa ordinaria y no un milagro. Y en todo caso tal empeño nos llevaría sin remedio a los límites perniciosos de los Déficits y las Deudas.