Los días de playa y vacaciones para la mayoría de españoles en agosto, son un motivo de alegría con varias semanas disfrutando de la familia y la libertad de no estar atados a un horario estricto. Sin embargo, empieza a aparecer un enemigo común al que todos temen, septiembre. El próximo martes llegará el noveno mes del año, probablemente el que menos gusta a todas las generaciones, porque trae con él la vuelta a la rutina. Aunque realmente comenzará un poco antes, ya que la vuelta a casa conlleva hacer las maletas, recoger y limpiar la que ha sido nuestra casa durante las últimas semanas y aburrirse en los kilométricos atascos junto a todos los que están en la misma situación. Atrás quedan recuerdos imborrables, buenas fiestas, cenas y muchos grandes momentos con amigos y familiares. En el horizonte vuelve el trabajo, el colegio o la ocupación que tenga cada uno. Además, aunque durante el verano parece que nos haya dado igual, la vuelta a la ropa de siempre recuerda que los excesos se pagan con unos kilos de más. Aquel helado que tan bueno estaba, ahora se convierte en una condena por la que toca sudar. En definitiva, llega septiembre y con él las preocupaciones.