El jueves falleció la cómica madrileña Lina Morgan. Qué voy a decir yo a estas alturas que no se haya dicho ya de ella, de de su arte, de su carisma, de su amor al teatro.... Las generaciones más jóvenes seguro que acudieron corriendo a las redes sociales para ver quién era esta señora, que no les sonaba de nada, y a cuya muerte tanto bombo y platillo se le estaba dando. ¡Si hasta fue apertura de todos los informativos de ese día! Y qué decir de los especiales sobre su vida y obra que se emitieron a lo largo del día y que seguramente se seguirán dando. O el rescate para su emisión de sus trabajos más emblemáticos. En fin. Hay gente que opinará que se ha ido una persona que era un ejemplo más de la España ´casposa´, pero lo cierto es que esta mujer hizo reír durante muchísimo tiempo a miles de personas con su arte y para mí, sólo eso, ya merece un premio. Con lo que nos rodea, pensar que aún hay gente que se dedica en cuerpo y alma a hacer reír al personal, a que pasen un buen rato y, si es posible, se olviden durante el tiempo que dura el espectáculo de sus problemas merecen todo el respeto. A aquellos que se dedican a todo lo contrario, ¡que les vayan dando!