Leo con estupefacción y cierta inquietud las declaraciones de José López, alcalde de Cartagena, en las que habla de que «los políticos murcianos están matando cartageneros con los recortes en sanidad». Y leer esto me sobresalta por dos motivos. Por un lado, porque como políticos que somos hay líneas que no se pueden traspasar, aunque sea en la firme defensa de los intereses de los tuyos. Y sé de lo que hablo porque llevo 12 años luchando a capa y espada por Las Torres de Cotillas. Los políticos debemos ser garantes de la calma y la solidaridad social, del equilibrio, de la sensatez, del bien común, y estas declaraciones que se apoyan en el trasnochado enfrentamiento Cartagena-Murcia disparan directa y violentamente a la línea de flotación de esa labor.

Porque, no todo vale en política. Por otro lado, me alarmo porque López da muestras de no saber mucho de gestión sanitaria, lo que es preocupante dado su cargo al frente de una ciudad de más de 216.000 habitantes. Llegar a una alcaldía porque tus vecinos te elijan como lista más votada o porque se es un maestro al jugar las cartas de unos resultados electorales no es garantía suficiente de saber hacer ese trabajo. Y, tristemente, muchos políticos lo acaban demostrando. Porque si López se hubiera informado antes de hacer estas incendiarias declaraciones sabría que, según datos de 2014 del Consejo Económico y Social, no es necesario gastar más en Sanidad, sino hacerlo mejor: en la Región de Murcia el gasto sanitario público superó en 2013 el 17% de la media nacional.

Tendría claro que la solución pasa por reorientar todo el sistema, mejorando la atención primaria, huyendo del hospitalocentrismo, potenciando la Sanidad Pública por medio de la mejora de los hábitos saludables y todo lo relacionado con la prevención, promoción y educación de la salud. Defendería un cambio en la legislación sanitaria, adecuándola a la realidad actual, y dando participación sin demagogia a todos los murcianos en el nuevo diseño de la Sanidad regional. Propondría un proyecto de futuro nuevo de una Sanidad Regional para todos los murcianos: universal, gratuita y equitativo.

Pero todo eso es complicado porque hay que informarse, saber y entender de lo que se habla. Es necesario elevar la mirada, tomar perspectiva y ver el problema en conjunto para encontrar soluciones. Eso es hacer política. Sin embargo, es mucho más fácil alzar la voz, señalar con el dedo, utilizar las técnicas de arengas de bar y continuar con la cantinela de que «la culpa es de los políticos». En fin? Y no quiero acabar sin mencionar la guinda de la sublime intervención de López en este tema. «Deseo que la próxima vez que haya un incendio en la Asamblea, el Rosell esté cerrado» exclamó bien alto y claro. Lo dicho: que Dios pille confesados a los cartageneros.