Tan pesado se nos pone Mariano Rajoy con lo de la recuperación económica y el crecimiento de España -gracias a él, claro- que habrá que darle la razón como a los tontos -y que estos nos perdonen por tan ofensivo y banal símil ¡Que sí, presidente Mariano, que sí crecemos mucho y todo va sobre ruedas en nuestra economía! Aunque, lamentablemente, los datos, órdenes y consejos del FMI, y el devenir de los mercados internacionales intensifican la dudas sobre la economía española.

Nuestros mejores economistas hablan de que las cosas no van tan bien como Rajoy y sus voceros peperos dicen. Y le advierten, muy en serio, que tenga cuidado con las promesas electoralistas de bajar impuestos, subir salarios a funcionarios y dar más becas€ O sea, tirar la casa por la ventana para conseguir unos cuantos votos es un grave error que le va a costar muy caro, no solo a Rajoy y al PP, sino a todos los ciudadanos españoles.

Los últimos informes oficiales de la EPA hablan de casi 800.000 hogares españoles sin ingresos. Y el 30% de estos hogares están formados por tres o más miembros. Seguimos teniendo más de 5 millones de parados, con una pobreza extrema y severa que asusta en Europa. Persistimos en la destrucción de empleo; flojea la industrialización de nuestros productos y empresas. Y no digamos de la escasa inversión en I+D+i, que nos pone a la cola de los países europeos.

Continúan los desahucios a mansalva; los sueldos indignos, en cifras más bajas que hace 20 años; los empleos en precario, muy temporales; un enorme paro estructural, sobre todo juvenil, menores de 30 años, y de mayores de 55 años. La deuda pública (1.050 millones de euros) sigue disparándose por encima del 98% de nuestro PIB. ´Para más inri´, la Bolsa sigue bajando y según el ministro Soria la luz nos sube hasta el 30%.

¿Esto es una buena recuperación? El ciudadano medio no la ve ni en pintura ni virtualmente.

Y encima, la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, sigue metiendo mano a la caja de las galletas de las pensiones, y la está dejando al borde de la quiebra. Toda nuestra precariedad salarial hace que la S.S. recaude muy poco y tengamos en breve un notable problema con la deuda arraigada en las pensiones.

Pues con este panorama, para ganar las elecciones generales de diciembre, sigue Rajoy y el PP cacareando su falsa recuperación - y metiéndonos miedo en el cuerpo-. Eso de que si no les votamos ocurrirá en España el desastre económico de Grecia. Y por ende, los de la gaviota azul quieren seguir engañándonos una vez más con sus falas promesas. El registrador de la propiedad ajena, Mariano, sigue en sus trece, insultando y menospreciando a la oposición a diestra, a siniestra y al centro nacionalista y soberanista. Pero a pesar de todas las voces en contra, no cambia su modelo de política económica ya caduco e ineficaz.

Los acreedores junto a la Troika negra y vampiresca nos exigen más recortes y más reformas. La desigualdad, la insuficiente recuperación económica siguen aumentando en España a la par que la corrupción. Y es en la financiación ilegal del PP -como han corroborado varios jueces- donde se centran la mayoría de los casos.

También el PSOE quiere, de cara a las elecciones generales, que le perdonemos los «pecados» aún recientes. Pero solo dicen que ya están saliendo del pozo, sin reconocer sus errores del pasado, su mala gestión política y sus corruptelas en cargos y militantes. Le pedimos un giro de 180º en sus políticas socioeconómicas, no que salgan del pozo, así tendrán algo positivo que decir y hacer en las próximas elecciones.

En el PP, los nuevos jóvenes voceros, sobre todo Pablo Casado y Javier Maroto, dicen que se abochornan de las corruptos que hacen daño a su partido. Ya está bien de hipocresías, porque mucho darse golpes de pecho, con actitud farisaica, pero no hacen nada para aceptar los errores y sus responsabilidades pernales y económicas. Poquitos son arrojarlos del partido, de la política. Por el contrario, a algunos les premian con puertas giratorias de rango mayor o menor, pero con retiros de oro.

El Comité de Derechos y Garantías del PP se las ve y se las desea para evitar hacer sangre entre sus militantes y cargos electos. Durante los años en los que presidió Cristina Cifuentes el Comité de Madrid, los últimos ocho años, han estallado la Gürtel y la Púnica, sin que el Comité pareciera enterarse, ni se tomaran medidas relevantes. Eso es lo que nos tememos que suceda ahora: un pequeño lavado de cara y hacer componendas con unos y con otros.

La trama corrupta del PP está perfectamente estructurada en las entrañas del partido. Se defienden diciendo que no son consentidores, pero han sido ellos o ellas los que han aparcado en las sedes de su partido, en sus bolsillos y en sus cuentas corrientes, las corrupciones de la Gürtel, de Bárcenas, de la Púnica€ Caraduras se les suele llamar a estos responsables de la falsa regeneración del PP, cuando menos.

Las urnas, en las autonómicas catalanes de septiembre, y en las generales de diciembre, les pasarán factura inevitable y severamente.