Nene, me decía mi padre, despacico y buena letra. En mi amplia experiencia en labores de asesoría, observo en las empresas que no por correr se suele llegar antes. Las cosas bien hechas desde el principio son las que permanecen. Esto viene a cuento por el asunto del AVE y el soterramiento en Murcia. Todos queremos que la Alta Velocidad ferroviaria llegue a nuestra ciudad. Por ello, construir el discurso de los que quieren el AVE frente a los que no lo quieren, de los murcianos responsables frente a los irresponsables€ es un dilema y un debate falso y erróneo. El relato del enfrentamiento, de las posiciones encontradas, del victimismo€ ha servido en otras épocas para obtener resultados electorales, pero nunca para mejorar la vida de la ciudadanía.

Nuestra posición, la del Grupo Municipal Socialista, se basa en dos razones: en primer lugar, las obras se deben realizar de conformidad con la ley actual. No es posible iniciarlas con un fiscal pidiendo su paralización por ausencia del informe medioambiental y con un informe de los servicios jurídicos del Ayuntamiento con dudas en el mismo sentido. Por responsabilidad y por prudencia debemos asegurar que las obras cumplen la Ley. Los acelerones con frenazo posterior no son una buena práctica. Y esto es lo que votamos a favor en el último Pleno: por un lado, garantizar que las obras se realicen bajo el cumplimiento de la legislación vigente y, por otro, presentar un recurso administrativo ante el Ministerio de Fomento, a fin de que se revise de oficio y se anule el actual proyecto constructivo de la llegada del AVE, por infringir de manera muy grave la ley, el reglamento del sector ferroviario y la normativa ambiental. Tal como se recogía en la moción aprobada por unanimidad en el pleno del 10 de julio. Y para actuar en legalidad y con responsabilidad aprobamos los acuerdos enunciados. No olvidemos, y es una fortaleza, que partimos de una moción unánime de la Corporación en la que se supeditaba la presentación del recurso administrativo ante Fomento a recibir la adenda de dicho Ministerio y a lo que manifestara un Informe de los servicios jurídicos del Ayuntamiento. La adenda del Ministerio no se ha recibido, pero lo más importante y determinante a la hora de la votación fueron las conclusiones del informe jurídico.

La segunda de las razones es la de que el proyecto se adapte al firmado en el protocolo del año 2006, que contemplaba el soterramiento integral. Sabemos que éste debe hacerse por fases, pero empecemos por el principio para hacer las cosas bien. El camino, por largo que sea, se inicia con el primer paso. La construcción de una catedral necesita muchas piedras, pero se inicia al poner la primera que sirve para las siguientes. Pensamos que la eficiencia de un proyecto exige iniciarlo desde el principio, y no empezar con obras en fase posterior, que después con el correspondiente coste hay que readaptarla a las obras iniciales. Comenzar las obras, por tanto, desde el principio, es la garantía de que el proyecto se va a realizar de acuerdo al compromiso adquirido, y no que se haga de forma provisional, que en la práctica suele convertirse en definitivo.

En este punto me viene a la memoria cuando en las clases de Economía de la Empresa explicaba que dirigir una compañía es «aunar intereses contrapuestos», citando a Octavio Gelinier. Esta es una de las definiciones en las que más me detenía porque considero que es la mejor que se adaptaba a la realidad de la empresa. Cada departamento tiene su propia dinámica pero todos deben converger en el objetivo global de la unidad de empresa. El AVE soterrado es un gran proyecto común y de todos los murcianos. Y me pregunto entonces que si es un objetivo indiscutible para todos, por qué no aunamos nuestros esfuerzos para conseguirlo. La experiencia, en nuestra querida Región, me dice que los grandes proyectos, sobre todo en el ferrocarril, suelen provocar frentes encontrados. Es imprescindible que no levantemos más trincheras. La convergencia de todos los sectores de la sociedad civil murciana, ya sean empresariales, sindicales, plataformas ciudadanas, asociaciones, colegios profesionales, etc. debe ser el gran objetivo, la gran fuerza para conseguir un poder de negociación, de convicción y de consecución en estos grandes proyectos.

Con poder de negociación y la seguridad que da tener una sola voz, debemos exigir al Ministerio de Fomento que cumpla sus compromisos adquiridos. Las obras deben comenzar con un proyecto desde el principio. ¿Tanto cuesta obtener del Ministerio este compromiso? No olvidemos, por otro lado, que hablamos de ser consecuentes con sus compromisos firmados con la Región de Murcia anteriormente. Confiemos en nuestra capacidad negociadora. Nuestra postura y actitud es de cerrar los frentes y las trincheras y, por tanto, tender puentes para conseguir una sola voz de Murcia ante Madrid. Y en ese camino es imprescindible contar con la lealtad de todas las partes, de todos los grupos políticos, y no intentar engañarnos con señuelos. No nos interesa quedarnos en el debate estéril y en la discrepancia, nos interesa buscar los puntos comunes y fortalecer la voz de Murcia.

Y sigo recordando lo que me decía mi madre: Nene, vísteme despacio que tengo prisa.