Decididamente Murcia no merece tener AVE. Ni Murcia ciudad, ni Lorca, ni Cartagena, ni Albox y aunque Almería tenga que pagar por estas circunstancias. El alcalde de Murcia, queda convertido en el gerente de las cosas municipales y que afectan a la Región más que en el propio alcalde. En la Comunidad Autónoma ha de pasar lo mismo con Pedro Antonio Sánchez. El nuevo mapa político da lugar a esta situación.

Esto de las mayorías insuficientes, con las que racionalmente no me conviene estar de acuerdo, es capaz de convertir el punto de vista de un conjunto de ciudadanos minoritarios, llevados de una inflexibilidad extraordinaria, cargados de razones que no atienden a circunstancias exógenas (y plausibles) que modifican parcialmente, en la forma sobre todo, las condiciones de partida, en toda una opción de absoluto cumplimiento que afecta, confunde y perjudica a todo el conjunto de la ciudadanía, incluido ese grupo minoritario que expresa rechazo y lleva a todos los partidos de la oposición a enarbolar la bandera de su intransigencia. Y, por lo paradójico que resulta, ellos mismos quedan muy perjudicados.

Cierto, la propia Plataforma es muy perjudicada, quizás la que más. De un lado por la cuota proporcional de la no llegada del AVE como parte de la población global, y de otra, la indefinición sine die de la solución local a sus quebrantos ferroviarios en virtud de su situación local a uno y otro lado de las vías, que por su propia fuerza demostrada queda en suspenso.

Pero siempre nos quedará Camarillas, gracias al original y generoso esfuerzo de la Autoridad Portuaria de Cartagena. Una vía única sin electrificar, sin discriminación de tráficos en cuanto a personas y mercancías y sin la modernización que en control de tráfico lleva incorporada la tecnología del AVE, transportarán a cartageneros, murcianos y a todos los de sus respectivos alfoces hasta Madrid de manera más que convencional. Mientras, otros territorios se verán beneficiados por la ingente inversión que en las infraestructuras del AVE, el Estado dedicó a la plural España desde hace más de dos décadas.

Qué insólito resulta la actividad de Ciudadanos, vista desde lo que ideológicamente resultaría razonable para quienes lo votaron y quienes, de alguna manera, admiten con cierta lógica su aparición. Tanto en la Asamblea Regional, como en el ayuntamiento capitalino, más allá de respaldar responsablemente la elección de presidente y alcalde, y fuera de aquellas situaciones en las que la decisión se hubo tomado por unanimidad, los representantes de Ciudadanos han seguido una línea constante de compartir criterio con PSOE y Podemos. Quizá su electorado tenga que opinar al respecto y ponga en cuestión la trayectoria y acaso se lamente porque «no es esto, no es esto». Y es que en el caso que nos ocupa, dar prioridad a una cuestión formal frente a lo objetivo que es el beneficio global que puede generarse a la Región no es de recibo, por mucho que la falta de tacto tenida en el Ministerio cuando a ellos -y a otros de la oposición municipal- les fue impedida su asistencia sea un solemne error, desde luego, y no solo a mi modo de ver (coches oficiales, 400 kms...para nada y cabreo justificado).

La experiencia demuestra que ante una manifestación minoritaria unida al interés sectario de políticos por llevarla adelante, la reacción de la otra parte, la mayoritaria, la que resulta perjudicada en demasía de llevarse a cabo la iniciativa de los minoritarios, nunca y por jamás muestra en las calles, en los barrios y en los foros de cualquier tipo, su indignación por el objetivo perjuicio ocasionado.

Vaya por delante que como diputado, y como espero de la responsabilidad de todos los componentes de mi Grupo en la Asamblea, habré de demostrar mi rechazo ante esta agresión tan retóricamente política que los ciudadanos de la Región no merecen recibir. Y, en el entretanto, lamentaré lo que el futuro nos ha de deparar a los murcianos a nuestro paso por Chinchilla y a los esforzados integrantes de la Plataforma porque verán año, tras año, cómo las vías del tren seguirán separando sus pasos y sus vidas. Ellos así lo quieren.

Acabo y dejo bien claro lo que hay (o había) en esta cuestión: La Primera Fase de las obras programadas es la Primera Fase del Soterramiento Integral.