Hay pocas dudas de que Varufakis trabaja para Rajoy, haya o no contrato de prestación de servicios. Mientras el tortuoso gallego ha abierto la campaña de las generales con el discurso (que repetirá hasta la extenuación) de que si él no sigue en el poder España volverá a caer en el pozo económico y el consiguiente rescate, el incontinente griego alerta de que España aún puede acabar sufriendo el mismo destino que Grecia. O sea, los dos sacan a pasear el fantasma rescate, desde posiciones aparentemente opuestas, con el agravante de que el aviso de Varufakis podría ser una de las llamadas «profecías que se autocumplen», pues si gente como él llegara en España al poder hay pocas dudas del final de esta historia. Metidos entre Escila (Rajoy) y Caribdis (Varufakis), el discurso de Pedro y Pablo sólo puede ser ya el de un cambio muy pero que muy tranquilo, si quieren llegar a meta.