Desde que se conoció la iniciativa Ahora en Común (AeC) hace unas pocas semanas, las especulaciones y la falta de conocimiento directo han presidido la mayor parte de las noticias al respecto. Durante unos días, antes y después de la presentación pública en el Círculo de Bellas Artes, AeC abrió noticiarios y ocupó portadas, causó expectación, ilusión en muchos casos y comentarios no ajustados a la realidad en otros. En muchos medios AeC se intentaba presentar de forma errónea como una iniciativa de IU y se provocaban comentarios poco documentados por parte de algunos líderes políticos, de modo que el morbo mediático hacía que fuera noticia día tras día. Esa situación no era la buscada por las personas comprometidas con el proyecto, que deseábamos permanecer al margen de disputas partidistas. Con el fin de zanjar esas cuestiones en la medida de lo posible, los distintos nodos territoriales de AeC han ido celebrando sus primeras asambleas, entre otros Ahora en Común Madrid, cuya primera asamblea tuvo lugar el pasado viernes 24 de julio, con gran asistencia de participantes, en torno a quinientas personas, y una cobertura mediática muy importante.

Desde AeC Madrid quisimos convocar a todas las fuerzas sociales interesadas en un proceso de confluencia, presentar el trabajo hecho hasta ese momento e invitar a toda la ciudadanía de Madrid a sumarse a los diferentes grupos de trabajo. Se intentó transmitir la necesidad de aunar todas las fuerzas posibles con la única finalidad de llegar a las elecciones generales de otoño con una candidatura transformadora de confluencia. Quedó patente que AeC es una iniciativa ciudadana, horizontal, inclusiva y alejada de la lógica de partes. Se trata de un intento de trasladar la lógica de consenso y bien común a los distintos actores políticos, con el único afán de que dejen de lado la idea de pacto por arriba y se unan a este proyecto nacido desde abajo, con personas para las personas.

En los primeros meses de este año 2015 se dio un fenómeno político de gran calado: la ciudadanía concienciada se organizó en gran parte del Estado en torno a candidaturas municipalistas, donde el espíritu del 15M se abrió paso para que la gente formara parte de los agentes políticos que iban a decidir los destinos de los Ayuntamientos en las elecciones del 24 de mayo. Muchos meses de trabajo, tensiones y aprendizaje obtuvieron un gran éxito en ciudades tan importantes como Zaragoza, Barcelona o Madrid y en la mayor parte de los municipios importantes de Galicia. En muchas otras localidades del Estado las candidaturas ciudadanas cosecharon buenos resultados electorales, obteniendo las alcaldías o influyendo de forma decisiva en los equipos de gobierno de sus Ayuntamientos. Este fenómeno social y político demostró que las candidaturas de unidad popular pueden ser la apuesta electoral de mayor éxito en estos momentos, pues representan una necesidad ciudadana, que no es otra que la de trascender y superar el bipartidismo, logrando candidaturas de consenso amplio, capaces de representar del modo más fiel posible a nuestra sociedad, plural y diversa. Es en ese contexto de análisis de los resultados electorales del 24 de mayo, donde surge la idea de una candidatura de confluencia para las elecciones generales del próximo otoño.

Para quienes no estén familiarizados con la dinámica del activismo social y político en la era de la Redes Sociales, habrá que aclarar que la idea de confluencia es recurrente en los grupos de debate desde el 15M, que las candidaturas municipalistas no hicieron más que fortalecer y extender las redes sociales activistas, por lo que el análisis y el debate se dio de forma simultánea y concomitante en distintas zonas del Estado.

Como consecuencia de este fenómeno nació la idea de AeC, así como el primer embrión del proyecto. A partir de ahí AeC se ha ido desarrollando, de forma autónoma pero en red, en diferentes ciudades, llegando en estas pocas semanas a estar presente en casi todos los territorios del Estado. Quienes no han vivido el 15M no son capaces de comprender que algo se desarrolle «sin una dirección desde arriba», por lo que se muestran suspicaces y reticentes a creer que el fenómeno AeC no es un ´invento´ de algún agente político.

Las gentes que participamos en AeC lo hacemos como ciudadanía, con la intención de marcar el camino de la confluencia a los partidos. Buscamos ser un lobby ciudadano que pueda influir en los modos políticos. Queremos que las distintas fuerzas políticas que formen la candidatura de confluencia se relacionen abandonando las negociaciones de fuerza para sustituirlas por relaciones de consenso, de modo que los intereses partidistas sean sustituidos por los intereses de la ciudadanía, por el bien común.

Queremos también ser partícipes de primer orden en la elaboración del programa de gobierno, de modo que todos los agentes sociales colaboren en determinar la hoja de ruta que va a servir para dirigir los destinos del Estado en los próximos cuatro años. También creemos que es imprescindible que la elección de las candidatas al Parlamento se haga del modo más democrático posible, por lo que propondremos un reglamento de primarias equitativo, inclusivo y votado por la ciudadanía.

Puede que haya que pensar en muchos otros factores esenciales, por lo que es imprescindible que todas las personas concienciadas y responsables se sumen al proyecto, participen en el nodo de AeC de su territorio, colaboren en los grupos de trabajo y aporten sus ideas y experiencias, que enriquecerán, sin duda, AeC como proyecto ciudadano. Ahora en Común será lo que la gente quiera, de todas nosotras dependen su desarrollo y su alcance.

Ha llegado el momento de que decidamos desde abajo, que exijamos a los actores políticos coherencia y generosidad, por el bien común. Ha llegado el momento de la ciudadanía y es #AhoraEnComún.