La consulta popular en Grecia sobre si se aceptan o no las condiciones de la Troika (FMI, UE y BCE) se quiere presentar desde determinados sectores como si ésta representara la austeridad. Las palabras son importantes, no me cansaré de decirlo. No se trata de austeridad, porque la Troika representa el derroche inmenso de capitales para beneficio de unos cuantos. Lo que estaba en juego en Grecia con esta consulta es que la gente pague un agujero financiero de los bancos griegos con los alemanes. Lo que quieren es que los griegos pierdan pensiones, prestaciones sanitarias y sociales sin límites para saciar las cuentas de resultado de los bancos alemanes y, por tanto, del Banco Federal Alemán. La avaricia contra la dignidad.