Seamos francos. A muy pocos murcianos, y no digamos ya forasteros, les importa que hoy se celebre el Día de la Región. Para la mayoría de gente, esta fiesta solo supone una excusa para pasar el día en la playa o irse de viaje si es que, como este año, el calendario ofrece un suculento puente. Está claro que nadie se va a ir por puro altruismo al acto institucional a oír discursos de políticos, y ya hace años que no se celebra aquella gala musical que encantaba a unos y horrorizaba a otros. Pocas cosas puede hacer uno hoy para demostrar su murcianía, salvo disfrutar de los placeres terrenales que este territorio ofrece. Pero sí se puede hacer una reflexión sobre lo que es ahora la Región y lo que se puede esperar en el futuro ante el nuevo, inédito y apasionante panorama político abierto tras el 24M. Pienso que estamos ante una ocasión única para formar un frente común e intentar que los de ahí arriba, los que tienen las ´perras´, nos hagan caso de una vez, sobre todo ahora que van a estar todos tan pendientes de hasta el último voto. Los trapos sucios, de puertas para dentro. De cara al exterior, todos a una. ¡Cuánto bien haría eso! En fin, que soy un iluso....