¿Asistimos al final del bipartidismo o a una nueva forma de bipartidismo, con los partidos a un lado y al otro los no-partidos, que reúnen el santo polvo de la calle en una especie de holograma sin cuerpo real? Manuela Carmena, inevitable futura alcaldesa de Madrid, dice no tener vínculo alguno con Podemos. El santo polvo contagia también a los partidos-partidos, que tienen la tentación de no sentirse vinculados a los sectores sociales a los que se suponen representan y volar a su aire. Quizás todos ya podrían decirse como el poeta: «¿es el fin de los tiempos / o mi primer principio / frente a las evidencias / que querrían florecerme?». Todo está en el aire, como el polen en marzo, las hojas en septiembre o los papeles en un remolino, mientras los elegidos ven volar papeletas. Hasta el 13 de junio, en que el aire se aplaque, «la respuesta está flotando en el viento» (Dylan, 1962). Blowin´in the wind.