No comparto la opinión de algunos de que el PSRM-PSOE ha obtenido los peores resultados de su historia en las ultimas elecciones municipales y autonómicas, porque si bien es cierto que ha perdido votos, no lo es menos que los socialista de la Región han recuperado buena parte del poder municipal que perdieron en 2007 y 2011 y han conseguido incrementar el número de escaños en la Asamblea Regional. Y ya sabemos que el poder genera poder y que recuperar representación en las instituciones es necesario para posicionarse como un partido de Gobierno para próximas elecciones. Estar alejado de la representación en Ayuntamientos e instituciones es todo menos aconsejable para las formaciones políticas que aspiran a más altos logros pero, sobre todas las cosas, al PSRM-PSOE le han venido muy bien estos resultados teniendo en cuenta el cainismo que algunos miembros de la formación socialista han venido practicando, durante años, entorpeciendo el despertar de su partido.

Por estos resultados, por la manera de llevar la campaña electoral, por las decisiones tomadas en relación con la exclusión de determinados personajes en las listas municipales; unos por presunta corrupción y otros por evidente prepotencia, la figura que sale especialmente fortalecida en las filas socialistas es la de su secretario general, Rafael González Tovar. Un hombre discreto, alejado de las declaraciones grandilocuentes, con una gran capacidad de trabajo; que ha evidenciado con el maratón llevado a cabo por todas las sedes del partido, una y otra vez, en un intento de convencer a los suyos del porqué de sus decisiones, y las ideas lo suficientemente claras como para saber que la ciudadanía exige más transparencia y la exclusión de los que han creído que la política es aquello que sirve para el propio lucro personal.

Rafael González Tovar, comenzó el liderazgo de los socialistas murcianos contra viento y marea: el viento de aquellos de su formación que nunca están contentos con lo que ocurre en su partido si no son ellos los que manejan la barca, y la marea de los que se creen en posesión de, vaya usted a saber qué esencias. Pero el gran mérito de González Tovar ha sido conseguir que las voces de los eternos descontentos se vayan apagando están al acecho, no debe olvidarlo, tomar las decisiones oportunas con mano firme, pero sin atisbo de prepotencia, y conseguir encarar este nuevo curso político con la perspectiva de influir de manera importante en las decisiones del nuevo Gobierno regional a través de la Asamblea, ante la pérdida de mayoría absoluta por parte del PP. Incluso manteniendo la posibilidad de presidir el Gobierno si se alcanzase un acuerdo con Podemos y Ciudadanos, muy difícil, sí, pero no imposible, como no es imposible que puedan conseguir la alcaldía de once municipios con pactos con IU, a más de la realidad de que gobernarán siete municipios con mayoría absoluta.

Por cierto, en el Ayuntamiento de Murcia, José Ignacio Gras ha mantenido el número de concejales que tenía Pedro López. Es decir, un candidato recién llegado, con poquísimo tiempo para darse a conocer, con un índice de conocimiento entre el electorado muy bajo por ese poco tiempo de campaña ha conseguido la misma representación de un señor, Pedro López, que llevaba años y años recorriendo los pasillos de la casa consistorial y apareciendo en ruedas de prensa; que éste haga declaraciones en las que parece lanzar una advertencia a su partido «no voy a dejar la política; trabajaré para que el PSOE cambie y se regenere» es para hacérselo mirar porque si el partido necesitaba una regeneración es fácil preguntarse por qué no la impulsó él cuando estaba en el machito.

Al parecer, Gonzáles Tovar, cuando tuvo que tomar algunas decisiones leyó a Maquiavelo en lo de «vale más hacer y arrepentirse, que no hacer y arrepentirse». Pues eso.