Siempre han sido un punto débil para nuestra región acentuando su carácter periférico por lo mal comunicada que se encuentra. Una pregunta recurrente es: ¿Qué hemos hecho los murcianos para merecer esto? Hasta Alicante todo está claro y a partir de ahí los problemas. Hoy tenemos un AVE de nunca acabar, lleno de mentiras, amenazando con romper el centro de las ciudades, que te hace pensar si no habría sido mejor acondicionar el trazado actual solucionando el sangrante desvío de Camarillas. Y un enrevesado aeropuerto de Corvera rozando el esperpento que te lleva a pensar si no habría resultado más eficaz negociar con Madrid el de San Javier, ampliado, modernizado y gestionado por AENA.