¿Se han percatado que este año todos los ayuntamientos cierran sus cuentas con superávit y que los presupuestos para el 2015 llegan cargados de más dinero y más obras que nunca? ¿Que en las últimas semanas se acumulan las presentaciones e inauguraciones de pequeñas y grandes obras en pueblos y capitales? ¿Que nuestros políticos parecen estar en todas partes, visitando hasta cinco y seis municipios en un solo día? ¿Que el cielo está más limpio y se respira mejor?

No, no estamos en Navidad, sino en precampaña electoral o, lo que viene a ser lo mismo, ese periodo (que a los periodistas se nos hace eterno) previo a las elecciones en el que los políticos abren su particular tienda de ´todo a cien´ y se lanzan al ´promete que promete´ que algo queda (aunque ya saben el dicho: ´después de haber vencido, nada de lo prometido...´)

Y así sigue girando esta rueda electoral que cada cuatro años nos sumerge en lo que debe ser la esencia de la democracia: las elecciones, necesarias aunque denostadas por el bipartidismo feroz. Pero parece que soplan vientos de cambio. Así que sigamos haciendo que la rueda gire.