Los Reyes Magos de Oriente este año llegan bien cargados con costales de carbón para esos que, mientras predican la austeridad, se apropian de los bienes públicos, estafan y arruinan a la mayoría de los españoles y europeos. Eso sí, no será carbón dulce, esa golosina hecha con azúcar y agua, que se da a los niños para que la sorpresa navideña no sea tan amarga. No; porque los Reyes Magos traen regalos a los que se portan bien, pero traen carbón -duro y negruzco- a los que se comportan mal.

Esta tradición de ´gratificar´ con carbón se debe al Carbonilla, un personaje de la mitología que envuelve a la época de la Navidad. Este Carbonilla es un paje de los Reyes Magos que tiene como misión vigilar a los niños -y mayores- durante el año para saber si han sido buenos o malos, y cuando Sus Majestades están leyendo las cartas, es el que les dice si quien la escribe debe tener regalos o carbón.

Recuerdo decir a mis abuelos que si me portaba mal y era mentiroso, los Reyes Magos me iban a dejar solo un saco del más negro carbón, que «eran las cenizas del incienso que los Reyes le dejaron al niño Dios...»

Aquí, en España, los políticos serían los primeros en recibir esta fétida dádiva de carbón, más negro que el tizón. Se lo merecen porque nos han metido de cabeza en esta crisis; se han doblegado a los deseos de la vampiresca Troika neoliberal, traicionando a los españoles. Y es más, unos mienten en sus compromisos electorales; otros prometen ser buenos ahora, después de haber colaborado a la ruina del país. El bipartidismo PPSOE (Rajoy, Cospedal, Rubalcaba antes, Pedro Sánchez ahora), y los soberanistas (Mas y Urkullu) están en las listas del paje navideño Carbonilla. Y recibirán un montón de carbones, porque dijeron muchas falsedades y permitieron en sus partidos la corrupción, la malversación y el derroche de fondos públicos.

Algunos escépticos dirán que esto del carbón de reyes es una falsedad idiota e infantil, como aquella del ratoncito Pérez, o la que a los niños que mienten les crece la nariz como Pinocho. Nada de falsedades; para eso están los embustes rajoyanos, que por algo le apodan Marianico Pinocho, por sus muchas y grandes mentiras. Este registrador de la propiedad ajena ha mentido continuamente a los españoles, y ahora vuelve a las andadas diciendo, como hace tres años, que si vuelve a gobernar en 2015 bajará el paro, no subirá el IVA, no volverá a defraudarnos, que si patatín que si patatán...

La UE, el FMI, el BCE, nuestro Gobierno pepero y los partidos clásicos europeos, ya están nerviosos y temerosos por lo que ha ocurrido en Grecia: se convocan elecciones generales tras el fracaso de la derecha y de la socialdemocracia de pacotilla. TVE y otros medios de comunicación tachan de izquierda radical a los más que posibles ganadores de las elecciones griegas, Syriza con su líder Alexis Tsipras; pero no se preguntan por el fracaso y corrupción de los partidos coaligados al primer ministro Samaras y a la derecha griega. Es la hipocresía de algunos medios de comunicación y partidos políticos: no dicen nada del sufrimiento de las familias de Grecia, ni les interesa la pobreza de los ciudadanos griegos.

Los mercados financieros están ´votando´ una vez que ha votado ya el Parlamento Griego. Hunden todos los indicadores. Ya ´sabemos´ que los mercados son otra forma de democracia, que no hay monopolios ni instrumentadores de las ´expectativas´, y que siempre ´respetan´ a las instituciones. ¿Recordaremos que la democracia nació en Grecia? Los mercados, ya se sabe, nunca se presentan a las elecciones pero ganan siempre.

El FMI les chantajea, la UE les exige pagar la deuda, mientras lo que dejan Samaras y sus colegas socialdemócratas griegos es un país en ruina económica y moral. Aun así, con el miedo y las amenazas por medio, la bolsas han bajado pero no se han hundido. Ellos, el poder financiero, vota a su peculiar manera neoliberal, siempre buscando sus intereses económicos.

En España vamos camino de repetir el caso de Grecia: el fracaso del bipartidismo legislativo PPSOE; luego las elecciones generales que se presumen duras y peleonas. Y lo de siempre, hasta Mas y Urkullu se arriman al PP y al PSOE para que no se hunda el Régimen del 78, ante el avance y los éxitos en intención de voto de los españoles hacia Podemos. Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, poned -Rajoy-Pedro Sánchez-Mas-Urkullu- las vuestras a remojar.

Asustan e intimidan esos poderes financieros e instituciones europeas, y los partidos españoles del Régimen del 78, pero no hacen nada para frenar el avance de partidos neonazis y de extrema derecha, ultraconservadores y anti europeístas. Hipocresía europea de los partidos neoliberales y adláteres, léase socialdemocracia, centristas y nacionalismos, como siempre.

A estos politiquillos de poca monta, que les traigan los Reyes Magos, o el Olentzero, o San Nicolás, o Papá Noel, mucho carbón, muchísimo, pero no dulce. Y que se preparen para la primera cita de su declive y castigo el 25 de enero en Grecia, luego seguirán las nuestras de mayo y noviembre.