Clint Easwood, de 84 años, ha dicho que el secreto de su longevidad creativa reside en estar siempre ocupado, y añade: «Nunca dejo entrar al viejo en casa». Esa me parece una rebeldía esencial, una verdadera actitud antisistema, que se enfrenta a las normas en vigor sobre caducidad de los cuerpos, jubilaciones forzosas y decrepitud programada socialmente. La biología es la biología, claro, y sus leyes son inexorables, pero la desactivación impuesta o voluntaria del cuerpo no hace más que acelerar los procesos naturales. Aunque las células son vagas por naturaleza, y tienden a trabajar lo menos posible, ahorrando en consumo de energía, el llamado espíritu humano no deja de ser una reacción frente a esa tendencia. Como también forma parte de ese espíritu la actitud crítica y autocrítica, falta ver cuánto de lo que queda dicho es objetivo, y cuánto es una precoz reacción interesada.