El nuevo curso escolar lo iniciaremos con una nueva ley de Educación que entiendo totalmente necesaria. Y como todas las leyes que ha generado el Partido Popular ha sido y seguirá siendo descalificada por casi toda la oposición, especialmente por el PSOE.

Uno de los argumentos que esgrimen los socialistas es que no se puede cambiar de ley cada pocos años y mucho menos en el campo de la educación. Esto es de una frivolidad sin precedentes, porque precisamente es el Partido Socialista el único que las ha modificado desde la democracia hasta hoy, y siempre con malos resultados. Creo que puede resultar interesante hacer un repaso de la evolución diacrónica de la legislación en esta materia.

La primera gran ley de educación, la Ley General de Educación (LGE), data de 1970, estando de ministro Villar Palasí, un personaje de muy grato recuerdo para los docentes. Da vida a la EGB y declara la enseñanza de seis a catorce años como obligatoria y gratuita. Esta Ley consiguió modernizar los estamentos educativos en España. Diez años después, Otero Novas promulga la Ley Orgánica del Estatuto de Centros Escolares (LOECE), que nunca entró en vigor al ser recurrida por el PSOE ante el Tribunal Constitucional y luego por el golpe de Estado y cambio de presidente de la nación.

Ya en el año 1985, con el primer Gobierno socialista, se implanta la LODE que, entre otras medidas, incorpora el sistema de colegios concertados (curiosamente hoy en día apuestan sólo por la enseñanza pública). Como quiera que se viniera funcionando con una ley de la UCD, la LGE había que enterrarla y promulgar una nueva. En 1990, nace la LOGSE, una nueva concepción de la educación con sus luces y sombras, aunque más de lo segundo. Se eleva la enseñanza obligatoria a los 16 años y permite a las Comunidades autónomas redactar parte de los contenidos educativos. El tiempo puso en evidencia una ley nefasta y mal aplicada, y se volvió a promulgar otra nueva: la Ley Orgánica de Participación y Evaluación de Gobierno de Centros Docentes (LOPEG), sólo respaldada por los partidos nacionalistas (CiU y PNV).

La única normativa promulgada por el PP fue la Ley Orgánica de la Calidad de la Educación (LOCE), en 2002, siendo ministra de Educación Pilar del Castillo. Con la llegada de Zapatero al Gobierno, esta ley no llegó a entrar en vigor.

La LOE, Ley Orgánica 2/2006 de Educación, es la cuarta y última ley educativa realizada por los socialistas, de cuyos resultados habla el informe PISA situándonos en el puesto 26 en desarrollo educativo, por debajo de casi todos los países de la Unión Europea. El Partido Popular se ha propuesto corregir esta situación con la promulgación de la LOMCE, que modifica parcialmente la anterior y que persigue la mejora de la calidad de la educación. Estoy seguro de que a medio plazo veremos buenos resultados.

La realidad es que, frente a cuatro leyes del Partido Socialista, sólo una es de autoría ´popular´ y obligada por los malos resultados en España, según revelan los últimos informes Pisa. La educación siempre constituirá una eterna labor inacabada y precisa de investigación, innovación y cambios.