Asistimos en estas últimas semanas a una verdadera revolución de obras por las calles de Lorca que creo merece una reflexión profunda.

En una primera impresión podría parecer algo lógico y necesario desde todos los puntos de vista: después de tres años ya desde los terremotos que asolaron la ciudad parece lógico que se produzca una verdadera actuación sobre algunas de las principales vías de comunicación. De hecho, somos muchos los que pensamos que esta explosión de obra pública debería haberse producido mucho antes.

Lorca necesitaba ya desde antes de los terremotos una profunda intervención sobre los problemas del tráfico y sobre el sistema de evacuación de pluviales como era evidente cada vez que los atascos colapsaban nuestras calles de entrada y salida o cuando caían ´cuatro gotas´ y nuestras vías se inundaban casi hasta la altura de las rodillas. Los terremotos e inundaciones no han hecho más que poner en evidencia las carencias de nuestro urbanismo junto con la falta de zonas verdes y espacios de ocio. El propio partido popular llevaba en su programa de gobierno un plan de intervención sobre estos problemas con la ejecución de las rondas de circunvalación o la actuación en los barrios altos desde la anterior legislatura.

De todo lo prometido, nada, ni tampoco se ha actuado en estos tres años sobre los problemas generados tras los terremotos y las inundaciones últimas. La inoperancia ha sido absoluta hasta hace apenas un par de meses. ¿Qué ha ocurrido?

Que falta menos de un año para las próximas elecciones municipales y hay que empezar a preparar las inauguraciones para después del verano en precampaña institucional.

Ahora llegan las prisas por hacer cosas y que la gente vea movimiento. Se comienzan todas las obras a la vez sin tener en cuenta el periodo del año en el que estamos (podrían haber esperado unos días hasta que terminaran los colegios su actividad y llegara el verano con la consiguiente reducción de tráfico y de molestias para muchos lorquinos).

Pero lo más grave es que todas estas obras se hacen a espaldas de los vecinos a los que no se les ha consultado nada. Las actuaciones en la vía pública no van a resolver la mayor parte de los problemas de la ciudad y consistirán en lo de siempre: cambiamos árboles, farolas, bordillos, mobiliario, aceras, etc. por otras similares pero ´de diseño´. Ahora recuerdo la intervención en la calle Lope Gisbert hace unos años.

Una vez más el equipo de gobierno de Lorca usa el dinero público para lavarse la cara ante su propia ineficiencia en lugar de haber cogido el toro por los cuernos desde el principio y haber hecho un verdadero plan de actuación urbana en la ciudad, para lo que los votaron los lorquinos.

Desde UPyD hemos denunciado siempre que vivimos en una ciudad a la medida de los coches en lugar de tener como referencia a las personas y hemos manifestado nuestra oposición ante la falta de actuación del gobierno en la resolución de estos problemas y también ante el silencio de los grupos de oposición con representación en el ayuntamiento.

Lorca merece gobernantes que ofrezcan soluciones a los problemas en lugar de buscar arreglos para mantenerse en sus sillones, seguro que dentro de unos meses podremos responderles en las urnas que no se nos convence sólo con cambiar los árboles de una calle o ponernos farolas de diseño.