«Si lo construyes, vendrán», le dicen unas voces machaconamente en su cerebro a Kevin Costner en la película ´Campo de sueños´. El conocido actor interpreta a un granjero de Iowa que sufre una experiencia extraordinaria y cree escuchar llamadas del más allá que le reclaman que levante un campo de béisbol en su plantación de maíz. «Si lo construyes, vendrán», le insisten. Y él se embarca en el proyecto y, finalmente, los fantasmas de estrellas de todos los tiempos de este deporte desfilan por su estadio para disfrute de la familia del granjero y de sus vecinos.

No creo que el consejero de Fomento, Manuel Campos, haya sufrido una experiencia onírica en la que un ente le haya dicho «si abres el aeropuerto, vendrán los aviones», aunque, por sus declaraciones, se desprende que los pasos que le quedan a esta infraestructura son, precisamente, esos: apertura en diciembre y llegada de vuelos tiempo (sin clarificar) después. Parece razonable, no obstante, la postura del Gobierno regional: primero se abre el aeropuerto y luego llegan los aviones. Al revés hubiera sido imposible. El problema es que entre la ciudadanía hay una sensibilidad especial hacia este tipo de infraestructuras de inversión millonaria, algunas de las cuales han quedado en aeropuertos fantasma, con lo que las alarmas saltan fácilmente a poco que las explicaciones que se den no sean lo suficientemente clarificadoras. Campos parece que lo tiene claro. Su discurso es el mismo desde que asumió su nueva cartera, pero tal vez llegan mensajes contradictorios sobre un asunto de suma importancia para la economía regional y sobre el que giran muchos intereses: los del Gobierno regional, los de la empresa concesionaria de Corvera y, finalmente, los de la Comisión Europea que, a la postre, es la que tiene las llaves del crédito que permitirá el despegue definitivo del aeródromo.

El peliagudo tema de la inauguración del Aeropuerto Internacional de Corvera lleva camino de convertirse, no obstante, en sempiterno. Y no deja de ser curioso que esta misma semana en que se ha presentado un detallado estudio de la consultora Deloitte del que se desprende el brutal impacto positivo que, en teoría (en la práctica no lo sabemos, porque influyen demasiados parámetros como para certificar que lo que sostienen los consultores se vaya a cumplir en un escenario distinto al que plantean) traerá consigo Corvera, la noticia de alcance nacional haya sido que el Gobierno regional quiere inaugurar el aeropuerto sin aviones. En este sentido, me pregunto cuál es la estrategia de todos los actores intervinientes en el proyecto, si es que la hay, y si no podrían establecer unas líneas de actuación conjunta para soslayar semanas como esta. Y para evitar que algunos de nuestros responsables políticos y empresariales, ante el cariz de los acontecimientos, acaben perdiendo el juicio y, parafraseando al niño de ´El sexto sentido´, deambulen por las calles diciendo: «En ocasiones veo aviones».