La rancia derecha quiere perpetrar una auténtica estafa electoral, cambiando a media partida las reglas de juego, mediante una ley a medida de sus espurios intereses, dirigida fundamentalmente contra los partidos, ahora minoritarios, que crecen de manera contundente, constatando su pánico tras el claro mazazo de las europeas, que le puede llevar a perder gran cantidad de cómodos sillones remunerados y sus prebendas, que es lo único que le ocupa y preocupa. Estos ´demócratas´ se sirven del sistema para servirse y quieren impedir que futuras coaliciones de izquierdas los expulse, y prepara una venda de contención ante la más que previsible hemorragia. Además, es cínico que el PP plantee una elección directa de los alcaldes cuando esa misma filosofía no la aplica para elegir a sus ´digitales´ candidatos. Estamos cansados de argucias de trilero para aferrarse al poder. Se ríen de la democracia, se ríen de nosotros sin disimulo, sin vergüenza.