Perdone que le moleste, pero provincialismo es la predilección que generalmente se da a los usos, producciones, etc., de la provincia en que se ha nacido. Yo he nacido afectivamente en Cartagena y defiendo una mejora para mi ciudad y su comarca respecto a Murcia, pero uniéndonos, no confrontándonos. Cartagena necesita a Murcia y viceversa.

No se vaya usted a echar las manos a la cabeza todavía, que tampoco es para tanto. Léase el artículo hasta el final antes de emitir un juicio testicular más que racional. Lo que escribo aquí es más un deseo personal que una queja general. Soy de los que piensan que cuando una frase se hace repetitiva en el tiempo llega a cansar. La provincia de Cartagena es vista como un problema para el resto de la Región. Aun así, creo que los cartageneros tenemos todo el derecho a pedirla y desde nuestras propias instituciones políticas no se nos ha apoyado ni defendido como nos merecemos. Los diferentes partidos políticos se han ido doblegando a lo que ha ordenado las instancias superiores o no han querido escuchar un clamor popular.

Cartagena ha perdido peso a nivel regional, ha perdido más puestos de trabajo, en proporción, que el resto de la región y no se merece el trato recibido. Pienso que la geografía es una ciencia que apostó por la centralización en Murcia para una mayor equidad entre el resto de los 45 municipios de la Región. Lo que queremos desde Cartagena es una gestión administrativa acorde con lo que representamos, una sociedad feliz, una sociedad tranquila. No queremos incidir en separatismos absurdos, ni mucho menos. En definitiva, queremos sumar para ser grandes. Pero ahora, con las nuevas tecnologías, no podemos seguir dependiendo de Murcia, una ciudad que no la consideramos como nuestra. Les voy a poner varios ejemplos: un cartagenero no se identifica con el Bando de la Huerta ni con el Entierro de la Sardina ni con los paparajotes.

Cartagena es mar, es industria, es UPCT, es innovación, es Marina. Nosotros no nos sentimos murcianos, pero sí queremos andar juntos, porque Murcia y Cartagena juntas serán el futuro.

No creo que enumerar los logros de Cartagena hasta el día de hoy sea necesario. Creo sinceramente que es de todos conocida la importancia en la historia de la península ibérica que ha protagonizado mi ciudad. Historiadores, políticos, escritores y periodistas han dado buena cuenta de ello. Sólo recordar que Cartagena fue provincia romana durante siglos, que luchó y frenó a las invasiones de piratas berberiscos, Que fue cantón durante seis largos meses de incesante asedio desde julio de 1873 hasta enero de 1874, que emitió moneda propia...

En la actualidad Cartagena es provincia marítima de un incalculable valor estratégico. Posee una de las bases militares más importantes del hemisferio occidental. Es una de las ciudades más industrializadas del arco mediterráneo. Posee un conjunto de bienes de interés cultural que supera con creces al resto de la región. Trata el crudo en la refinería más moderna de la península ibérica y la más eficiente de Europa. Posee una de las plantas más innovadoras de transformación energética.

Cartagena es cultura, patrimonio, innovación, industria, turismo, historia y pasión.

Desde nuestro punto de vista no queremos que el resto de los murcianos se ofenda porque queramos tener nuestra propia provincia. Queremos mantener nuestros juzgados, queremos gestionar nuestro puerto, queremos ser autosuficientes. No pensamos que un señor regante deba de decidir sobre nuestro futuro. Nosotros, los cartageneros, no nos consideramos antimurcianos, ni muchísimo menos. Nosotros queremos formar parte de esta región que es de todos, pero desde una perspectiva de doble provincialidad.

Exceptuando al Partido Cantonal, los partidos mayoritarios como el PP y el PSOE, ninguno ha apostado por la biprovincialidad. Nos han hecho creer que los que la apoyábamos teníamos una miras más cortas. Nada más lejos de la realidad. Porque los cartageneros pensamos que juntos seremos más. Pensamos que, somos ideológicamente distintos, de tradiciones distintas, de creencias distintas, pero, nos sentimos orgullosos de pertenecer a esta región que es la nuestra.

No les voy a contar el porqué el obispo de la diócesis de Cartagena, allá por el siglo XIV escribió al papa pidiéndole el traslado a Murcia por el miedo a las continuas incursiones. Mis antepasados le echaron pelotas y se quedaron a combatir. No se fueron tras el Puerto de la Cadena a plantar berengenas. O la pérdida del Banco de España, o la delegación de Hacienda. Aquí no se trata de justificar nuestra actitud, porque, si así fuera, les aseguro que tendríamos cientos de razones para ser capital de provincia y dejar a Murcia y pedanías en otro nivel de importancia. Pero no, nosotros queremos seguir juntos, pero que se reconozca nuestra indiosincrasia y que nuestra economía no se vea mermada por el centralismo.

Amigos murcianos, no se molesten, que no queremos independizarnos de Murcia. Creo que en la diversidad está la riqueza. No queremos que la provincia vuelva a ser de Cartagena. Pensamos que unidos seremos más fuertes. Queremos formar parte de esta nuestra región, pero que se reconozcan nuestras señas de identidad.

Lo único que pido con este titular es que Cartagena, mi ciudad, vuelva a tener el peso que la historia le ha quitado. Vuelva a ser, al menos, provincia. En Cartagena y su comarca hay gente muy válida que quiere la inmediata provincia. No se trata de unos exaltados, no se trata de un ejercicio de rédito electoral. En nuestra ciudad, los que pedimos la biprovincialidad lo hacemos en el entorno de la cordialidad y el consenso, creemos firmemente en que sería una mejora sustancial para las mermadas arcas y para el terrible problema del paro de nuestra comarca.

Desde Cartagena creemos en nuestra autogestión portuaria, en la regeneración de Portmán, en la promoción de nuestras playas, en el alza de nuestros jóvenes, en la promoción de nuestro patrimonio, en vender las excelencias de nuestra historia. En Cartagena creemos en nosotros.

Pero, sobre todo, estamos con los brazos y la mente abiertas. Pedimos que se estudie, y más pronto que tarde. Pedimos que se intente llegar a una solución. Lo que tenemos claro es que no nos van a desacreditar por incurrir en actos antidemocráticos y vandalismos injustificados. Sólo pedimos que, por favor, escuchen nuestras súplicas y piensen si tenemos o no razón. Creo sinceramente que meremos al menos ser oídos.

Queremos dos provincias, Cartagena y Murcia, engrandeciendo una sola Región. ¿Será posible? El tiempo lo dirá.