Siempre que oigo por ahí que nuestros jóvenes actuales son la generación mejor preparada de la Historia, no puedo dejar de reírme a carcajadas. Tal vez, como mucho, puedo admitir que los jóvenes actuales bien preparados están mejor preparados que los jóvenes bien preparados de hace una década. Pero, claro, son tan poquitos aquellos jóvenes que no piensan en algo más que el botellón lento, el sexo rápido, el piercing en el ombligo, el tatuaje un poco más abajo y la vida contemplativa que representan una minoría prácticamente insignificante. Aunque, para ser justos, hay que decir que esta actitud de pasotismo por parte de nuestros jóvenes no es de extrañar; la juventud perpetua se ha instalado en nuestra sociedad y hoy en día es frecuente encontrar por las calles a ´jóvenes´ de cuarenta y tantos años con la música a tope en el coche comportándose como auténticos gilipollas.

Para refrendar esta opinión sobre la nula preparación de nuestros jóvenes (que tanto me critican algunos compañeros y amigos) esta semana han salido nuevos datos del famoso informe PISA 2012 „en el que participaron 2.709 estudiantes de 368 centros educativos españoles„ que son sencillamente escalofriantes. Estos nuevos datos hacen referencia a la resolución de problemas cotidianos, como calcular el tiempo que dura un itinerario, manejar billetes, programar aparatos electrónicos o calcular la ruta más corta. Pues bien, según los resultados finales, de los 44 países participantes en la prueba, nuestro país ocupa el puesto 29. No está mal. Sin embargo, si se tiene en cuenta sólo a los 28 países de la OCDE, ocuparía la posición 23. Todo un éxito. Según el estudio, apenas se detectan diferencias en los resultados entre chicos y chicas. Sin embargo, sí se aprecia que los alumnos de origen inmigrante tienen un nivel ´significativamente´ inferior al del resto de estudiantes (cosa que no sucede en otros países con tanta o mayor inmigración que el nuestro, ya que en dichos países el nivel de exigencia a las familias inmigrantes en materia educativa son mucho mayores que en España).

Teniendo en cuenta estos nuevos datos y los anteriores del informe PISA 2012, podemos afirmar que esta generación tan preparada que tenemos en España apenas sabe leer, no entiende lo que lee, suma y resta con los dedos y no sabe desenvolverse en su vida cotidiana ni con un mapa. Sin embargo, y a pesar de lo dicho, no se puede afirmar „como graznan muchos agoreros„ que el problema esté en la educación. Nuestro país rezuma incultura por todos los poros, y sería muy pretencioso decir que el problema está en las escuelas y no en las familias. De hecho, hoy en día los colegios e institutos se parecen cada día más a hospitales de guerra; los niños y jóvenes llegan malheridos, y los profesores ocupan gran parte de su esfuerzo en recuperarlos; niños con familias desestructuradas, niños a los que nadie les espera en casa, niños a los que se les regala un Play Station pero ningún libro, jóvenes de 15 años a los que se les permite salir hasta las cinco de la madrugada, jóvenes que han probado el alcohol y las drogas a los 13 años€

En resumen, niños a los que no se les protege su niñez. Por eso, y aunque nos escandalicemos con nuestros jóvenes, estos resultados nos suspenden a todos, y lo único que nos indican es que estos jóvenes son „ni más ni menos„ el reflejo de lo que somos como sociedad.