Warrants, ETF, derivados, futuros, opciones, CFD's, Sicav, depósitos, opciones binarias, subyacente, cobertura, call, put, activo financiero con rendimiento explícito, beneficio distribuible, cuota de liquidación, disolución del garante, disolución del emisor, euribor, IRS, interés nominal, TAE, fondo de pensiones, plan de pensiones, fondo de garantía parcial? y podría seguir así toda la noche. Seguramente, la mayoría de nosotros hemos leído o escuchado en alguna ocasión alguna de estas palabras referentes a productos financieros. Muchas menos personas sabrán decir el significado y las características de tres de ellas. Y casi ninguno de nosotros sabría explicar claramente las diferencias fundamentales que existen entre un depósito y un fondo, entre el TAE y el interés nominal.

Pues bien, esta misma semana por el juicio de las llamadas 'preferentes', el expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, alegó ante el juez de la Audiencia Nacional que ser minorista o jubilado no implicaba ser un 'ignorante financiero'. No se puede afirmar que entre la gran cantidad de personas que fueron 'estafadas' con las preferentes no hubiese por ahí algún genio de las finanzas alguien que entendiese todas las palabras del primer párrafo sin ninguna duda, pero todos sabemos que la gran mayoría no lo eran. Eran, en todo caso, confiados, por creer ingenuamente que los empleados de las entidades bancarias se preocupaban por los intereses de sus clientes, y no por los del propio banco. Hacer este tipo de declaraciones tan a la ligera es algo peligroso, porque del mismo modo a la gente se le podría calentar la boca y decir que ser presidente de un banco o de una caja en España implica ser un sinvergüenza y un ladrón. Sin embargo, lo más grave de todo lo que dijo este señor no fue esa frase tan incendiaria que oculta la realidad de todo el meollo, sino que, en cualquier caso, cada uno de los afectados era 'responsable' de lo que firmaba y que él no podía 'responsabilizarse' de lo que ofreciesen o dejaran de ofrecer los directores de las sucursales.

Cuando uno acepta un cargo, sea cual sea, acepta con ello también una responsabilidad. La palabra 'responsabilidad', como ya sabemos, no existe en nuestro país, ya que aquí nadie es responsable de nada; los bancos quiebran solos, el paro aumenta porque le da la gana, el precio de la gasolina sube porque la gasolina es así de caprichosa, el precio de la luz es muy inestable porque padece de hiperactividad, el dinero se desvía a cuentas de Suiza porque es muy viajero, los edificios pagados con dinero público son caros porque son muy caprichosos y los afectados por las preferentes decidieron joderse la vida comprando un producto que ni siquiera los directores de banco sabían lo que era.

En un país corrupto hasta la médula como es España asistimos a un momento crítico donde la Justicia si no quiere unirse a la inmundicia generalizada que sufren los demás poderes debe hacer honor a esa palabra. Los ciudadanos estamos hartos de ver un día sí y otro también que los cargos políticos y los grandes empresarios están exentos de cualquier responsabilidad, como si fuesen una raza aparte de seres intocables.