Con fecha 16 de enero del presente año, en vísperas de los carnavales, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos se pronunció avalando los procesos para la ilegalización de ANV, en igual forma que lo hizo en 2009 sobre HB, EH, Batasuna.

Con esta reciente sentencia del Tribunal de Estrasburgo la Justicia española podría iniciar los procesos de ilegalización de Bildu, Amaiur y EH-Bildu, actualmente en las instituciones vascas y nacionales, así como intentar abortar su último invento, Sortu, que se constituirá de inmediato, y no se asombren si su secretario general fuese Otegui.

Durante demasiado tiempo los terroristas burlaron la Justicia española cobijándose en Francia, país vecino que nos despachaba, ante la indignación de Felipe González con aquella frase de su embajador en España pronunciada en 1983: "Eta tiene su dirección en Bilbao, no en Francia". En esas fechas, Eta había asesinado ya a 436 personas.

Hoy, febrero de 2013, las víctimas suman 857, Francia ya no es un país seguro para los asesinos, el Tribunal de Estrasburgo nos señala el camino a seguir con la sentencia citada anteriormente y, sin embargo, las múltiples caretas electorales de los terroristas se sientan en los escaños de las instituciones democráticas vascas y nacionales y se nutren de los impuestos de los ciudadanos del 'país opresor vecino' mientras los poderes de nuestro sistema están de carnaval político.

Me parece muy bien que Bárcenas, los del Gürtel de Valencia o los de los Ere andaluces, y todos aquellos que se hayan lucrado ilícitamente a su paso por la política, sean perseguidos y ajusticiados. Pero me parece asombroso que quienes representan a la sociedad española pierdan la memoria del tiro en la nuca que terminó con la vida de Gregorio Ordóñez, hace ahora 18 años, el 23 de enero de 1995; el calvario de Ortega Lara entre el 17 de enero de 1996 y el 1 de julio de 1997; y el abandono del espíritu de Ermua tras el vil asesinato de Miguel Ángel Blanco, doce días después.

A mayor abundamiento, además de asombro produce bochorno que quienes deben impartir justicia en los más altos tribunales españoles soliciten cada día más medios para combatir a quienes nos roban -que me parece muy bien- y no hagan un solo guiño para, aprovechando la corriente del alto tribunal europeo, ilegalizar a quienes nos matan y a sus cómplices.

Eta continúa enmascarada, la Justicia de carnaval político, y la sociedad atónita ante granujas muy sinvergüenzas y tibios muy honestos.

No sé si este análisis será entendido políticamente incorrecto. Ya sabemos que lo políticamente correcto es el arte de, con muy buenas palabras, esconder lo que se piensa. Me da igual, me conformo con decir lo que observo de una parte, y de otra lo que pretendo, rendir homenaje a la memoria de los que dieron la vida por nosotros, por España, y a sus familias, transmitiendo un panorama más amplio, más humano, más razonable que el circo al que actualmente asistimos.